lunes, 29 de julio de 2013

De penas olvidadas



Una puede guardar una pena,
esconderla bajo siete llaves
dormirla bajo anestesia intensa
y sin embargo basta un sueño
un despertar abrupto
en medio de la madrugada,
entonces todos los ríos
desconocen diques y compuertas
y los dolores se instalan
en una dimensión casi ignorada,
superando la herida inicial
desafiando el tiempo y el espacio.

Soledad Lorena
Julio 29, 2013

Del otro lado



Hay un mundo allí afuera,
detrás de la vidriera
todo lo que no alcanzo,
es el adentro de otros
y es el afuera mío.

Hay un mundo en los libros
en el cine y en los mantras,
un lugar donde todo
se hace posible,
yo navego y lo siento,
sin embargo aquí afuera
en mi perímetro real,
son apenas ilusiones
delirios y fantasías.

A veces creo que no debería leer,
a veces siento que me desgasta
tanto el ir y venir,
entre el mundo de otros
y mi espacio reducido
tan falto de libertades.

Soledad Lorena©
Julio 29, 2013

jueves, 11 de julio de 2013

Hojas



Una mano al azar
sobre un hombro vacío
denuncia largos inviernos,
hojas de otoño
de árboles ajenos,
delirios perdidos
de soledades eternas.

El espejismo de un abrazo
puede ser tan cruel
como el sol del medio día
en la ceguera del condenado.

Soledad Lorena ©
11 de julio de 2013

lunes, 1 de julio de 2013

Ventanas



Si pudiera, iría por la vida como una heroína, usando la luz como espada y el amor como fuego sagrado.  Pintaría murales de colores en los paredones grises, desintegraría la roca en los muros tan altos, derretiría el acero en las murallas blindadas.  Pero por sobre todo, abriría grandes boquetes para inaugurar ventanas.

Ventanas con cortinas etéreas, suaves como pétalos de rosas.  Ventanas para abrir y dejar que el aire, entre a bocanadas.  Ventanas para mirar el mundo y distinguir el horizonte más allá de las fronteras.  Ventanas para soltar las palabras y la música como palomas al viento.  Ventanas para respirar los aromas de jardines ajenos.

Será que cuando abro mis ventanales, siento que la muchedumbre es una gran ciudad de edificios grises, frente a mí sólo muros, mirillas y tapiales.

Tu fortaleza puede parecer segura, libre de polvo y hojas secas, inmune a los vientos de montaña y las lluvias de la pampa.  Pero sin ventanas, sólo te llegan cuotas de sol, migajas de cielo, cuentos de amor y memorias desterradas.

Soledad Lorena ©
01 de julio de 2013