viernes, 31 de julio de 2009

Abolido y derogado

Que el talismán se deshaga

En una tormenta de arena,

Que no queden cenizas

Ni eco, ni escombros.

Deshago mis conjuros de amor,

Silencio los murmullos

Olvido lenguas sagradas

Para pedirle al destino

Que borre mi nombre

De las hojas de tu vida.

Que ya no encuentres mi rumbo

Que no sepas mi camino

Que tu aliento no agite

Colores que me evoquen.

Que el viento lleve lejos

La bandera de un país

Que hace rato no existe,

Que cada paso se aparte

De un tiempo que no vuelve.

Que no me sueñes ni pienses,

Y que en un asalto de cordura

Un día por fin te preguntes

Si en verdad me conociste.

Desaire


Cobardes inquilinos del desaire

Golpean a la puerta

Llaman a los magos

Apuestan talismanes

Y juntan los talones.

Mas cuando el portal

Muestra su dimensión

Desconocen hasta su nombre

Y maldicen al destino.

O quizá sea yo, disparatada

Que no puedo desnudar mi piel

Si mi corazón no late.

Claro… ingenua y sensible

No supe descubrir

Que buscabas simplemente

Un hueco donde escupir.

El silencio y el desaire

Lapidan la vertiente.

El simún es un recuerdo,

Un espejismo, un delirio.

jueves, 30 de julio de 2009

¿Qué le pasa a los hombres?


Tengo algo dando vueltas hace rato, pero me privé de publicarlo en mi blog, porque no es poesía. Sin embargo anoche recordé el libro de Octavio Paz, “La llama doble” (un libro que recomiendo leer), y me dije, ya es hora. Porque a veces uno no sabe a ciencia cierta si existe la posibilidad de que la libre expresión logre cambiar la realidad, pero en el fondo todo escritor sueña con que las palabras funcionen como un conjuro.

Dice entonces Octavio Paz en su libro:

“La poesía nos hace tocar lo impalpable y escuchar la marea del silencio cubriendo un paisaje devastado por el insomnio. El testimonio poético nos revela otro mundo dentro de este mundo, el mundo otro que es este mundo. Los

sentidos sin perder sus poderes, se convierten en servidores de la imaginación y nos hacen oír lo inaudito y ver lo imperceptible.”

“La relación entre erotismo y poesía es tal que puede decirse, sin afectación, que el primero es una poética corporal y que la segunda es una erótica verbal. (…) El lenguaje es capaz de dar nombre a lo más fugitivo y evanescente: la sensación; a su vez, el erotismo no es mera sexualidad animal: es ceremonia, representación. El erotismo es sexualidad transfigurada: metáfora.”

Claro, eso me pasa por pensar y sentir como Octavio Paz o como Oliverio Girondo: “Yo, por lo menos, soy incapaz de comprender la seducción de una mujer pedestre, y por más empeño que ponga en concebirlo, no me es posible ni tan siquiera imaginar que pueda hacerse el amor más que volando.” (fragmento de Espantapájaros I – Oliverio Girondo). Entonces uno busca esa poesía cotidiana, uno busca encontrar un hombre que no sea tan pedestre y que juegue el juego de la seducción.

Volviendo a la realidad pedestre, uno siente que las exigencias son cada vez mayores, los hombres sueñan conquistar mujeres que denominan un “minón”, que están re-buenas y que están lejos de “naturalmente bella”. Es decir todo eso que sale a la calle y los hace ratonearse, es el resultado de un trabajo intenso y diario: cuidado del pelo, depilación, maquillaje (aunque se vea natural), ropa adecuada para resaltar los atributos naturales, cuidado de la piel, gimnasio (para mantener cada cosa turgente en su lugar) y algunas otras cosas más. Incluso cuando las mujeres vamos a trabajar, nuestras pares o nuestros superiores consideran que estamos deprimidas o no damos buena imagen sino aparecemos con toda esta producción. La cara lavada de verdad, la pilcha dos talles más grandes y el pelo así como me levanté, no le vende ni al vecino, ni al compañero de trabajo, ni al jefe, ni al hombre que nos gusta.

Sin embargo, ellos, están en una etapa rara, el lema es “lo esencial es invisible a los ojos” y se lo toman muy en serio, pero obviamente para ellos. Entonces, pretenden conquistarte o voltearte (ni hablemos de juegos de seducción), con varios quilos de más, un flotador o una panza que en nosotros no quieren ver; el pelo onda nunca tengo tiempo para la peluquería y estoy rebelde; en el atuendo llevan lo primero que encontraron o la remera de la que son fanáticos, y tienen una aversión fatal al desodorante, el perfume o cualquier cosa que les quite su olor natural de macho después del partido de futbol. Y como si esto fuera poco, y por el mismo precio, están confundidos, no saben bien lo que quieren y por supuesto nada de involucrarse, no vaya a ser que pierdan su “libertad”.

Claro, si uno es de esas que andan buscando la poética corporal, algo de buena seducción, esmero en el arreglo personal y un mínimo de contenido cerebral para poder mantener una conversación fuera y dentro de la cama, termina encerrándose a ver una peli, juntándose con las amigas para ver quién conoció al espécimen más cavernícola y los tipos empiezan a decir: “algo le pasa a esta mina, algo debe tener que está sola.”

Tampoco es que uno sea tan exigente, pienso por ejemplo en los animales, ¿acaso el pavo real no tiene la hermosa cola para seducir a su hembra? ¿Acaso el pingüino no busca por toda la costa el mejor guijarro para regalarle a su hembra? ¿Acaso algunos pájaros no cantan su mejor melodía para seducir a la hembra elegida? A lo mejor es que vi muchas películas románticas, a lo mejor es que la poesía ya no está de moda. Y entonces ellos piensan que lo mejor que tienen para ofrecerte es su sueño de ser como Homero Simpson y el amigo que tienen entre las piernas.

¿Qué les pasa a los hombres?

domingo, 26 de julio de 2009

Implacable el Simún

despoja de arenas

las venas abiertas

de la tierra dormida.

Arroyos latentes

que vuelven a la vida

sin encontrar su cauce.

En un instante

el agua ya no para,

el cielo provoca

un latido que no espera.



Entre el Simún y la oleada

un talismán con tu nombre.


Soledad Lorena

26 de julio de 2009

Nota: Un simún (en árabe samûn, de samm "viento venenoso") es un temporal fuerte, cálido y seco de viento y arena, que sopla en el Sahara, Palestina, Jordania, Siria, y los desiertos de Arabia. Su temperatura puede sobrepasar los 54°C, con una humedad por debajo del 10%.

La tormenta se mueve en forma súbita y circular (como un ciclón), transportando nubes de polvo y arena, lo que produce en personas y animales un efecto de asfixia e hipertermia. Esto se atribuye al hecho de que el viento cálido provee más calor al cuerpo del que puede ser evacuado por éste mediante la evaporación del sudor. Un simún se desarrolla rápidamente y sin señales que prevean su aparición, aunque su temporada más propicia es entre mediados de junio y mediados de agosto. Dentro de estas fechas, los simunes se presentan con silbidos violentos, y la arena en suspensión tiñe de anaranjado la nube que se desplaza a gran velocidad, y matando a cualquier ser vivo que alcancen sus ráfagas. (Fuente: Wikipedia)

jueves, 9 de julio de 2009

Pasaje

Hay momentos, hay días en que la vida es sólo un pasaje. Uno sabe que está ausente, uno renuncia a escribir porque la poesía está exiliada en el mismo equipaje que nuestras alas.
Sin embargo, hay una sensación de saber que se puede, una y otra vez, renacer, sentirse viva en las mínimas cosas.
Y entonces quizá, después del exilio, de la siesta, del luto,que todos condenan y nadie comprende... Después, simplemente, respire...

miércoles, 1 de julio de 2009

Invierno

¿Quién me robado el mes de abril? Pregunta Joaquín Sabina en una canción, por su primavera perdida. Claro, porque en el hemisferio norte, la primavera comienza en ese mes… Entonces, ¿qué sucede cuando el corazón o quizá el alma ha perdido su norte? Cuando no sabe do va o do camina… Varada en un largo invierno, los pájaros extraviados olvidan cambiar la estación y el sol se apoltrona y se cansa de esperar su hora. No hay hemisferio ni latitud, es una dimensión sin coordenadas donde la vida hiberna hasta que un destello, por fin, como en un sueño, acomoda todo en su sitio.

Ramas

¿Sabe la rama

que el viento la arroja

hacia un vacío

que proyecta su muerte?

¿Acaso alguien se percata

cuando en brusca caída

la rama del árbol

para siempre separa?

El árbol tendrá otra vez

su fiesta en primavera,

la rama simplemente

será un dejo de materia,

partícula indecente y anónima

de un puñado de suelo.

Inerte




No es la quietud del agua
que cobija una oleada.
No es el silencio del aire
que espera la sudestada.


Quizá se parezca a la hoja
que inanimada espera
una revolución de tinta.
No es el sopor de la siesta
aventurando una noche de estrellas.
No es la brasa inerte
que aguarda la llamarada.

No son cenizas ni huesos,
no soy sosiego ni paz,
un dejo de inmóvil mortaja
que no extraña cadáver
y sin embargo seduce
ánimas de quien sabe dónde.

Soledad Lorena
01 de julio de 2009

Está sonando Sabina y parte de la letra dice:
"Esta sala de espera sin esperanzas..."
"...Esta campana muda en el campanario..."
(Joaquin Sabina: Nos sobran los motivos - En vivo)