Una burbuja es una promesa perfecta
de un mundo redondo y brillante,
donde nada te daña
donde nada te toca,
nada te conmueve
nada te ablanda
nada te amansa.
Pero una burbuja
puede vivir menos
que una mariposa,
y ni siquiera puede
elegir donde posarse.
Vos, quedate ahí
sentado en tu burbuja
esquivando los cardos
y desconociendo las flores.
Vos, que gritás a cuatro vientos
las preguntas que te turban
los miedos que te encarcelan,
vos, que cambiás el cuestionario
cuando te llueven respuestas,
vos, no llames a las puertas
de los templos sagrados,
porque para ver la luz
hay que desnudar el alma.
Y el alma,
no cabe en una burbuja.
Soledad Lorena ©
Tejedora de Palabras
Madrugada 05 de marzo
Susannah Lorenzo
Tejedora de Puentes
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