Una se descubre imperceptible
inofensiva y volátil,
un vaho que no deja huella,
lejos del caos y el impacto;
mi nombre apenas
suspendido en el espacio,
un ánima sin muerte ni pena.
Indecoroso silencio
de una piel que no abrasa.
Soledad Lorena casi invisible
22 de agosto de 2011
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