En una mamushka de mi cuarto
en una celda secreta de tiempo,
me atrevo y te sueño
agitando mi aliento en tu recuerdo,
diminutos latidos tapiando
un patio de emociones prohibidas,
imprevista primavera,
espejismo o barbarie
de un invierno en cadena perpetua.
Mas, sujeto tu nombre
sin murmurarlo apenas
pues tu corazón es cautivo
de tus miedos mercenarios.
Besarte es un abismo
de inauditas verdades,
una busqueda vana
de amores condenados.
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