Uno aprende
a dejarse llevar por la corriente,
como el bambú a mecer
gentil el tallo contra el viento.
Pero hay
un instante breve
donde uno quisiera
elegir el curso
el río, el remo
el sentido de la brújula
y el ritmo del viaje.
Escribir la propia historia
en las hojas del tiempo,
dejar el nombre de reparto
y ser solamente escritor
director y estrella
de la película ganadora.
Soledad Lorena
4 de Noviembre
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