Un acertijo de dolor
hace nudos en mi entraña,
mientras un silencio se apodera
de un posible latido
y una quieta incertidumbre
destiñe del universo
las luces que no mueren.
Una imagen congelada
sobre un paisaje vacío,
un eco insoportable
de rimas ausentes
y metáforas sin gracia.
Si la ves,
dile que nuevamente
ha malgastado su aliento
en un nombre veleidoso.
Soledad Lorena
Las lágrimas fusiladas
en el paredón del olvido.
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