martes, 26 de febrero de 2013

Dignidad


Me resisto, me niego:

A capitular mis derechos para que otros puedan ejercer los suyos;
A evaporar mi esencia para que otros puedan respirar;
A dormitar en el mundo de los vivos para que otros puedan amar de forma egoísta;
A renunciar a mi sueños y vuelos interiores para calmar el temor de quienes no saben volar;
A congelar mis dones en la hoguera que levantan prejuicios y falsas religiones;
A jubilar mis talentos porque el rebaño sólo compra envases y mediocridad;
A caminar al paso de los zombis para no perturbar mansas conciencias con mi baile;
A mendigar un plato de comida y un techo para perder mi dignidad a costa de mi signos vitales.

Me opongo, me rebelo:

A perder la memoria para que otros inventen mis recuerdos;
A vestir mi piyama a rayas y fingir que los muros son invisibles;
A profanar mi cuerpo para que otros decidan el estado en que vegeto;
A condenar la Mujer Salvaje, a embotellar el río subterráneo,  a vestirme de cenizas y olvidarme de mi nombre;
A hacerme cargo de culpas que no me pertenecen;
A ser condenada, discriminada, rechazada o exiliada por lo que soy.

Soledad Lorena
Madrugada 26 de febrero 2013





lunes, 25 de febrero de 2013

En homenaje a Ylia (Bruxi, Maricarmen)


Mis primeros recuerdos se remontan a mis dos años.  Desde entonces empezó a crecer esa sensación de estar fuera de tiempo y lugar.  Buscaba formas de perderme entre la multitud o entre las montañas si salíamos de campamento.  Quería encontrar mi origen, mi idioma, mi lugar.  Estaba convencida que tenía que haber algún lugar en el mundo, donde no me sintiera rara, diferente, rechazada, ignorada o incomprendida.

Esporádicamente hubo dos personas mágicas en mi vida, mi tío favorito que escribía poemas y me regalaba violetas y mi abuela favorita que me enseñaba a amarme a mí misma.  Nuestros cambios de ciudades y provincias hacían que esos contactos no fueran suficientes, mi rareza junto a sus rarezas eran la excusa para evitar los encuentros.

Fue así que a través de la lectura encontré primero una ventana,  una puerta, un pasaje, un viaje, una manera de habitar en otro mundo y hacerme aún más invisible en la realidad que me tocaba.

Cuando tenía alrededor de 9 años empecé a escribir algunas cosas, a diseñar tarjetas con mensajes especiales y aunque eso fue el síntoma mayor de mi rareza, las lágrimas de un abuelo que nunca expresaba fueron la confirmación de que podía hacer mucho con la palabra.

Soledad Lorena fue el seudónimo elegido para dejar libre la musa, para ser un yo invencible y capaz de cualquiera cosa.  Otra vez las palabras fueron ventanas, puertas y puentes.  Creo que el ventanal magnífico apareció en los 90, cuando encontré el Foro de Literatura de México y la Lista de Literatura de Perú.  Fue un ventanal con vitrales de muchos colores, con vuelos de aves que viajaban distancias enormes.  A través de ese gran ventanal conocí mucha gente bonita que aún sigue en mi vida y por fin me sentí en familia, en mi mundo, rodeada de personas que hablaban mi idioma y otros idiomas que yo quería aprender.

Conocer a Ylia (Brujis, Maricarmen) fue todo un viaje, no tanto desde la poesía pero sí desde lo personal.  Junto a ella creí que todo era posible y estuve a punto de aterrizar en su casa antes de que llegaran los tiempos oscuros.  A través de ella comencé a leer Mujeres que corren con los lobos y entendí que tenía que desaprender todo lo aprendido para empezar un viaje hacia el interior de mi selva y mis ríos perdidos.  Fue a través de su guía que aprendí a desnudar mi Mujer Salvaje y no tuve reparo en aullar para encontrar mi manada perdida aunque esa manada estuviera a miles de kilómetros.  Brujis me ayudó a reconocerme como Bruja Azul y a no esconder nunca más mi propia naturaleza.

Cada vez que escribo, cada vez que abro una ventana, cada vez que sueño en naranja, cada vez que trabajo conmigo, cada vez que rezo y hago mi tarea, cada vez que me siento a la mesa, cada vez que preparo algo rico, cada vez que me siento caer, cada vez que duermo con la muerte, cada vez que bailo con la vida; ahí estás conmigo siempre mi hermana loba, maestra brujil, mi compañera de versos, mi sanadora, mi cantadora, mi amiga del alma.

Estés donde estés, ante ti dibujo una ventana con vista a un mar que aún no conoces, con aromas que te embriaguen para que sólo sonrías, con colores que desnuden tus penas y pinten tu corazón para sanar cada herida.  A esta ventana me asomo, te saludo, te venero, te bendigo, tomo tu aire y respiro y me siento a cantar una nana de jazmines.

Bendita seas Ylia querida.
Soledad Lorena
Sazul
Febrero 24, 2013


sábado, 23 de febrero de 2013

Despair


When I go to sleep
it's only but nightmare.
When I wake up
it's only but despair.

Soledad Lorena
Feb 23, 2013

Despair: the feeling that there is no hope and that you can do nothing to improve a difficult or worrying situation 

Apuntes sobre el suicidio - Egoismo





¿Quién es más egoísta?

El suicida que se aleja de quienes más ama, avergonzado de sus miserias y su incapacidad para acceder a las bondades de la vida.  Aquel que en un acto de valentía suprema arriesga todo lo terreno para conseguir la libertad que le ha sido negada…

O el pedestre y mundano habitante de las comodidades terrenas, que por amor retiene a precio de convertirlo en zombi, sin hacer mucho esfuerzo por entender su amargura…

A menos que respires el dolor ajeno, no hay modo que tu juicio se convierta en verdad.

El verdadero amor es tan generoso que se desviste de colores para tejer las alas de la persona amada.

Soledad Lorena
Madrugada 23 feb. 13
Apuntes sobre el Suicidio

I am invisible, understand, simply because people refuse to see me. Like the bodiless heads you see sometimes in circus sideshows, it is as though I have been surrounded by mirrors of hard, distorting glass. When they approach me they see only my surroundings, themselves or figments of their imagination, indeed, everything and anything except me.
_ Ralph Ellison _


sábado, 16 de febrero de 2013

Nada

Hay un momento en el que uno siente que todo da igual.  Da igual encender o no el teléfono, porque de todos modos nadie llama.  Da igual revisar el correo porque la casilla sólo se llena de spam y el mensaje esperado no llega.  En medio de esta nada uno puede llegar a creer que da igual escribir.

Sin embargo, si no salgo victoriosa de esta batalla, si mi rasgo de locura se pierde para siempre y dormito en el mundo de los vivos o si el universo me regala el pasaporte azul que tanto espero; de cualquier modo, nadie podrá vender una mentira.  Si algo quieres saber de mí, bastará que leas: mi muro, mis libros, mis poemas, mis blogs, mi prosa.  Aquí encontrarás todas las respuestas y todas las verdades.

Cómo dice la frase final de un texto que alguna vez escribí:
La Paz no estará en mi Nombre, sino en mi Verdad.
Soledad Lorena

Susana
Susie
17 de Febrero de 2013


miércoles, 13 de febrero de 2013

Coincidencias

¿Puede uno tener un deja vù como escritor?
¿Puede haber una memoria colectiva, una nebulosa de musas interconectadas?

Cuando escribí el cuento La Pared, incluido en Musas Invertidas, no había leído nada de de Gabriel García Marquez. Es que yo voy siempre al revés que la corriente y no leo lo que todo el mundo lee, sino lo que tengo ganas.

En fin, cuando escribí ese cuento, no recuerdo por qué, hablé del Convento de las Clarisas, un lugar que jamás conocí en persona, pero al que me hubiera gustado ir, un lugar que yo imaginé en la ciudad donde vivía.

Hoy estoy leyendo Del Amor y otros Demonios, y no puedo dejar de sentir un raro escalofrío de que empiece la historia hablando de ese mismo convento.

martes, 12 de febrero de 2013

Poetry spills from the cracks of a broken heart, but flows from one which is loved. 
Christopher Paul Rubero
 

Books in pdf

Libros para compartir.  Si tenés ganas de leerlos, me los pedís por mensaje privado o por correo.

Books ready to be shared.  If you are willing to read them just write to my inbox or to my email address.